Entre vinos y flores: el debut literario de la autora zaragozana María Cruz Navascués
Esta obra, tan delicada como un buen vino y tan intensa como un amor de verano, es la compañía perfecta para quienes encuentran en la poesía y en una copa de vino el refugio para las emociones intensas y los momentos de introspección.
Entre vinos y flores es un paseo por los recuerdos, las pasiones fugaces y los amores que perduran.
Dividido en cuatro partes, cada una simbolizada por una flor —Dahlia Pinnata, Aquilegia Vulgaris, Viola Tricolor e Iris Germánica—, este poemario nos lleva desde la dulzura de un amor veraniego hasta la amarga traición, pasando por la introspección y la inevitable renovación emocional.
Y es que, este libro se convierte en el compañero ideal para tardes de reflexión y autodescubrimiento. Cada lector encontrará la posibilidad de compartir y saborear, a través de estos versos, experiencias de amor, desilusión y sanación. Tal como la autora sugiere, es un poemario que invita a brindar por lo vivido y por lo que está por venir. ¡Nunca es tarde para transformar vivencias en arte!
La editorial ExLibric edita Entre vinos y flores, el primer libro de la autora zaragozana María Cruz Navascués.
Para todo aquel que quiera descubrir un poco más de esta obra, Entre vinos y flores, ya se encuentra disponible en la web de la editorial ExLibric, en Amazon, en Casa del Libro, Agapea y en otras librerías de España y Latinoamérica.
Sobre la autora: María Cruz Navascués
Soy María Cruz según mi documento de identidad, Maricruz cuando viene una conversación seria detrás y Mary cuando hay confianza suficiente. Solo soy Cruz cuando la cosa va de tirar moneda al aire. Vivo en Utebo (Zaragoza) y he estudiado dos grados universitarios que nada tienen que ver con las letras. Siempre se me mueren las plantas y las relaciones, por eso les escribo a ambas. Pocas personas saben que lo hago y algunas se sorprenderán descubriéndome entre estas páginas. Este es mi primer libro, que nace de las notas que escribí en mi móvil, los mensajes que nunca me atreví a mandar y los secretos que ya no guardaré más. No sé qué espero de él, pero ojalá alguien se lea entre líneas y sonría al ver un tulipán.